Nissan ha decidido cancelar las negociaciones de fusión con su rival Honda, según ha informado este miércoles el diario japonés Nikkei. Este abandono de las conversaciones deja atrás una potencial unión que habría posicionado a ambas compañías como el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo, y plantea interrogantes sobre la capacidad de Nissan para superar su actual crisis sin apoyo externo.
Tras el anuncio, las acciones de Nissan cayeron más de un 4% antes de que la Bolsa de Tokio suspendiera su cotización. Por otro lado, las acciones de Honda, que continuaban cotizando, registraron un alza superior al 8%, lo que sugiere un alivio por parte de los inversores ante la anulación del acuerdo.
Un portavoz de Nissan declaró que el informe publicado por Nikkei no se basaba en información oficial de la empresa y aseguró que la compañía tiene previsto anunciar su dirección futura a mediados de febrero.
Por su parte, un representante de Honda comentó que la empresa no había recibido notificación alguna de Nissan sobre la cancelación de las conversaciones para su alianza estratégica, aclarando que la compañía no estaba al tanto de la decisión de Nissan de retirarse del memorándum de entendimiento que había firmado previamente.
Planes de fusión
El año pasado, tanto Nissan como Honda anunciaron que estaban en conversaciones para fusionarse, con el objetivo de formar el tercer mayor fabricante de automóviles global por ventas, en un intento por hacer frente a los desafíos del sector, especialmente a la creciente amenaza de empresas como la china BYD y otros fabricantes de vehículos eléctricos.
Sin embargo, según fuentes cercanas al proceso, las conversaciones se complicaron debido a diferencias crecientes entre ambas compañías. Una de las fuentes reveló que Honda había propuesto convertir a Nissan en una filial, lo que alejaba la propuesta original de una fusión entre iguales. Esta propuesta generó más incertidumbre sobre la capacidad de Nissan para resolver su crisis interna sin el respaldo de una alianza externa.
Nissan se encuentra actualmente inmersa en un plan de reestructuración que incluye la eliminación de 9,000 puestos de trabajo y una reducción del 20% en su capacidad de producción global, un esfuerzo por aliviar su situación financiera y mejorar su competitividad en el mercado.