Este jueves, en el Palacio de Carondelet, Ecuador dio inicio oficialmente a la presidencia Pro Tempore de la XXIX Cumbre Iberoamericana, que se celebrará el próximo año en el país. El presidente Guillermo Lasso destacó la importancia de fortalecer la unidad de la región, subrayando los valores históricos que comparten los países iberoamericanos, tales como la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos, especialmente en un contexto internacional tan desafiante como el actual.
El mandatario ecuatoriano precisó que la presidencia de Ecuador en este foro se llevará a cabo bajo el lema “Innovación, Inclusión y Sostenibilidad”, con el objetivo de promover la cohesión social, la innovación y el desarrollo sostenible, la conectividad regional y la transición ecológica. Estos temas, explicó, serán las principales prioridades durante los próximos meses de trabajo conjunto con los países miembros de la comunidad iberoamericana.
“Este momento histórico exige diálogo y consenso, cualidades que definen a Iberoamérica. A pesar de las dificultades que enfrentamos como región, debemos seguir trabajando juntos para promover un futuro común basado en la igualdad y el respeto mutuo”, expresó Lasso.
Una agenda para el futuro
El canciller de Ecuador, Gustavo Manrique, también participó en el acto y destacó el compromiso del gobierno ecuatoriano con la organización de esta cumbre. Aseguró que, pese a las complejidades internas que atraviesa el país, Ecuador está preparado para asumir este reto con responsabilidad y orgullo.
Manrique mencionó que, junto a la Secretaría General Iberoamericana, se ha trabajado en una agenda compartida para el período 2023-2024, la cual ha sido adaptada debido a la situación política del país, particularmente por las elecciones anticipadas. Durante estos 18 meses, Ecuador se enfocará en una variedad de temas clave para la región, tales como migración, medio ambiente, comercio, producción, educación, ciencia, tecnología, deporte y cultura.
En particular, el canciller resaltó que uno de los grandes retos de la región es abordar la llamada “triple crisis planetaria”, que involucra la pérdida de biodiversidad, la contaminación y la degradación ambiental. En este sentido, se impulsarán medidas concretas para avanzar en la protección del medio ambiente y en la promoción de soluciones sostenibles.
Respaldo y compromiso internacional
Por su parte, el Secretario General Iberoamericano, Andrés Allamand, expresó su total apoyo a la iniciativa ecuatoriana, destacando la importancia de que la comunidad iberoamericana trabaje unida para alcanzar los objetivos planteados en la cumbre. “Ecuador tiene todos los méritos para liderar este proceso. Su candidatura fue ampliamente respaldada por los países miembros de la comunidad”, afirmó Allamand.
Desde su institucionalización en 1961, la Cumbre Iberoamericana ha servido como un espacio clave para la cooperación entre los países de América Latina, España y Portugal. En la última edición, celebrada en República Dominicana, se firmaron acuerdos relevantes, como una carta iberoamericana en defensa del medio ambiente y una nueva declaración sobre los derechos en entornos digitales, ambos con el objetivo de fortalecer la cooperación en áreas estratégicas para el desarrollo de la región.
Un paso hacia la colaboración
Al finalizar el evento, el canciller Manrique anunció la firma de un acuerdo de coordinación entre Ecuador y la Secretaría General Iberoamericana, con el objetivo de establecer líneas de trabajo conjuntas para llevar a cabo la presidencia Pro Tempore de manera eficiente y exitosa. Este acuerdo permitirá un mayor apoyo y colaboración para la organización de la cumbre y la implementación de sus propuestas.
Con este lanzamiento formal, Ecuador asume el liderazgo de la Cumbre Iberoamericana en un momento clave, con la mirada de la región puesta en su capacidad para impulsar los cambios necesarios para un futuro más justo, sostenible e inclusivo para todos los países miembros.