En una decisión controversial, el Parlamento danés aprobó este martes un proyecto de ley que elimina la histórica fiesta religiosa conocida como la Gran Jornada de Oración, un evento que se celebraba desde el siglo XVII. La medida tiene como objetivo redirigir los recursos de la festividad a financiar un aumento en el presupuesto de defensa del país.
¿Qué sucedió?
La propuesta, impulsada por la primera ministra Mette Frederiksen, fue respaldada por 95 votos a favor y 68 en contra. La iniciativa se produce en medio de un amplio rechazo público, que incluyó una manifestación en febrero con la participación de unas 50 mil personas. Los opositores al proyecto argumentan que la eliminación de esta festividad atenta contra las tradiciones nacionales de Dinamarca.
El gobierno danés justificó la decisión al señalar que los fondos que se liberarán con la cancelación de la Gran Jornada de Oración serán utilizados para cumplir con los objetivos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que exige a sus miembros destinar el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la defensa para 2030. De acuerdo con el plan, Dinamarca adelanta esa meta, inicialmente prevista para 2033, en un esfuerzo por fortalecer sus capacidades militares ante el creciente contexto de inseguridad global.
El proyecto de ley ha generado un debate polarizado en el país. Mientras los defensores señalan que es una medida necesaria para mantener los compromisos internacionales de seguridad, los críticos ven en ella una forma de sacrificio de la identidad cultural y religiosa del país a favor de la militarización.